La Comisión Ética contra la Tortura (CECT), ante el recrudecimiento del abuso policial y la aplicación de tortura con resultado de muerte, considera un deber manifestar al país lo siguiente:
A pesar de las diversas acciones que ha desarrollado la sociedad civil por hacer realidad el NUNCA MÁS a la tortura en nuestra patria, la firma del Protocolo Facultativo de la Convención Internacional contra la Tortura, la existencia de una institucionalidad que tiene como primer deber resguardar la plena vigencia de los derechos humanos, especialmente de aquellos relacionados con la protección de la vida, en los últimos dos años varias personas han muerto tras los GOLPES de agentes de la policía uniformada.
Se trata de Johnny Cariqueo, de 23 años; Daniel Riquelme, de 45 años; Franco Coronado, de 19 años; y Mario Oviedo, de 29 años.
A todos ellos, la policía uniformada los detuvo sin orden emanada de un tribunal, sin cargos judiciales en su contra, infringiendo los propios procedimientos institucionales, siendo golpeados hasta extinguirles sus jóvenes existencias.
No obstante, es necesario decir que esta práctica se ha extendido a tal punto que, los tratos crueles, inhumanos o degradantes, son una práctica cotidiana de la policía ante cualquier persona que es detenida en condiciones de movilización social, lo que se ha extendido a Gendarmería de Chile contra los presos, tal como lo muestra el caso de tortura en la cárcel de Villarrica.
A la luz de estos hechos, vemos con alarma que en Chile continúan presentes los mecanismos policiales y represivos que obedecen a la lógica de la “guerra preventiva” y a la Ideología de la Seguridad Nacional, que dividen a la sociedad y al mundo entre “amigos y enemigos”, que permiten la práctica sistemática de violaciones a los derechos humanos y la reproducción de crímenes de lesa humanidad, afectando así la paz social y la plena vigencia de la justicia y del Estado de Derecho.
La Comisión Ética contra la Tortura y los familiares de las víctimas reiteran que el Comité contra la Tortura de la ONU recomendó al Estado de Chile, en el año 2009, el cumplimiento de los compromisos contraídos en virtud de la ratificación de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la implementación plena del Protocolo Facultativo a la Convención contra la Tortura.
Por su parte, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha planteado al Estado de Chile la necesaria integración de la definición de tortura al Código Penal, de tal manera que se ajuste a la Convención de la ONU con el fin de garantizar la investigación imparcial, además de la delimitación de la competencia de la justicia militar.
La Comisión Ética contra la Tortura formula un llamado a los familiares y amigos de quienes han sido víctimas de abusos policiales, que hayan sufrido acosos y torturas, y de quienes hayan perdido la vida a manos de agentes del Estado, a instituir una asociación que posibilite la denuncia de los hechos ante los tribunales nacionales y organismos internacionales de derechos humanos, para identificar y sancionar a los victimarios y exigir de la autoridad un ALTO A LA TORTURA, como también la investigación de las acciones violentas que han comprometido la integridad física, psíquica y moral de las personas afectadas.
Finalmente, como integrantes de la Comisión Ética contra la Tortura llamamos al Instituto de Derechos Humanos, recientemente constituido, a hacerse parte, investigar y colaborar con la Justicia, a fin de que estos hechos dejen de permanecer en la impunidad y se ponga fin a la prevalencia de este crimen, haciendo efectivo el NUNCA MÁS a la TORTURA en nuestro país.
¡NO A LA TORTURA! ¡A NADIE!
¡BAJO NINGUN PRETEXTO Y EN NOMBRE DE NADA!
Comisión Ética contra la Tortura (CECT)
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